I+D+i

Bornay desarrolla minieólica desde 1970 y es líder en el sector. A través de su área de innovación, investigación y desarrollo, no cesa en su motivación por llevar a los usuarios la última tecnología en aerogeneradores de minieólica en sus diferentes aplicaciones.

Bornay I+D

A lo largo de los últimos años, hemos visto como la situación de las Energías Renovables ha ido cambiando de dirección constantemente. Si hablamos de Energía Renovable a nivel global, esta ha sido testigo de un avance imparable, al aumentar su presencia día a día en nuestra sociedad.

Si desglosamos por diferentes tecnologías podemos observar cómo la Energía Solar Fotovoltaica es una de las más beneficiadas por este avance, principalmente auspiciada por unas políticas energéticas que, en la mayoría de los países, han ido incentivando la implantación de esta tecnología, de los más concienciados a los menos concienciados medioambientalmente, para una mejor sostenibilidad del planeta.

Si echamos un vistazo a la Energía Eólica, observamos que la tecnología ha ido evolucionando con Aerogeneradores cada vez más y más potentes, pero en su gran mayoría Aerogeneradores de gran potencia destinados a la generación de energía, conectados a la red y empleados en su gran mayoría por las grandes compañías eléctricas. En el ámbito de la energía eólica, no ha existido prácticamente diferenciación entre la gran y pequeña eólica a lo largo de su historia. Y, además, dadas las importantes diferencias en cifras, la pequeña eólica o minieólica representa un porcentaje ínfimo dentro de la eólica, haciendo que esta tecnología haya pasado prácticamente desapercibida.

Podríamos decir que las diferencias entre la gran y la pequeña eólica son muchas o, incluso, atrevernos a decir que sólo compartimos la denominación y algunos de los componentes, pero que en realidad un aerogenerador de minieólica tiene muy poco que ver con los grandes aerogeneradores.

Los Aerogeneradores de pequeña potencia  ó minieólica se han destinado principalmente a uso en aplicaciones aisladas, generalmente combinados con la energía solar fotovoltaica, cargando un banco de baterías y con la misión principal de generar energía y cubrir las necesidades energéticas de emplazamientos donde no llega la red eléctrica, como pueden ser: viviendas aisladas, bombeos de agua, telecomunicaciones ...

Bornay, Departamento Ingeniería EléctircaLa gran eólica, sin embargo, ha ido evolucionando a lo largo de su historia, incrementando sus potencias desde los 100 - 150 kW hasta varios MW actualmente, mientras el resto de tecnologías tuvieron una evolución mucho menor. Con la incentivación de instalaciones de sistemas fotovoltaicos provocado por la puesta en marcha de políticas energéticas, es cuando las Energías Renovables parecen tener su mayor evolución, pasando de ser una primera necesidad o desarrollos muy concretos, a pasar a ser tecnologías al alcance de cualquier usuario, con visibles ampliaciones de sus aplicaciones y pasando a ser, a día de hoy, algo cotidiano en nuestras vidas.

La tecnología minieólica, en este caso, ha sido una de las únicas tecnologías que se han desarrollado en la misma medida, principalmente porque como hemos visto, no forma parte de los proyectos eólicos destinados a generación de energía, ni ha contado con los incentivos para tecnologías que ha contado la fotovoltaica.

A partir de este gran desarrollo de las Energías Renovables en general, es cuando la minieólica comienza a tener sus primeros incentivos. Por ejemplo, países como EEUU comienzan a otorgar incentivos fiscales a aquellos usuarios que realizan instalaciones en sus vivienda. Otros países, como Reino Unido o Portugal, incentivan el uso de estas tecnologías con primas a la generación. Incluso en España se lanza el PER 2010-2020 y posteriormente el PANER 2012-2020, donde la tecnología mínieólica aparece ya como tecnología diferenciada.

¿Porque invertir en I+D+i?

La mayoría de los países comienzan a desarrollar políticas de desarrollo para incentivar la tecnología minieólica.

Se aumenta el ámbito de aplicación de los aerogeneradores de pequeña potencia, pasando de ser una tecnología para cubrir primeras necesidades en lugares aislados a ser una tecnología conectada a red para reducir la factura energética y mejorar la sostenibilidad del planeta.

Desde el punto de vista geográfico, la tecnología pasa de aplicarse en zonas rurales a implementarse en zonas periféricas o, incluso, urbanas.

Aparecen proyectos para la instalación de aerogeneradores bajo entornos urbanos, colegios, zonas de usos comunes o, incluso, sobre los edificios.

En consecuencia, la tecnología debe de evolucionar, se da un cambio en el tipo de aplicación, se incrementa su presencia y se acerca a zonas urbanas, debiendo de ser instalaciones mucho más seguras y controladas y, por ello, comienzan a surgir los primeros requisitos para Certificación de los aerogeneradores conforme a una normativa que cada país adapta a unos requisitos propios.

Al mismo tiempo y como detallamos anteriormente, el mercado de la energía minieólica no se ha desarrollado en igual medida que otras tecnologías, por lo que algunos puntos como la industrialización o los costes no han podido seguir la evolución y coherencia que han seguido con otras tecnologías.

Ante esta situación, desde Bornay se plantea la vía de invertir en I+D+i como una vía para saltarse el paso de recibir ayudas a la instalación que generen mercado, pasando a desarrollar aerogeneradores de pequeña potencia más eficientes, con un menor coste y, por supuesto, desarrollar unos procesos productivos, con un beneficio final sobre el usuario.

Certificación

Como está indicado anteriormente, pese a la existencia de la IEC-61400-2 exclusivamente para Aerogeneradores de pequeña potencia, los países han ido adaptando la norma a sus propios requisitos. Además, la propia norma es bastante restrictiva comparada con la normativa que regula otras tecnologías, como por ejemplo la fotovoltaica.

Una de las principales restricciones, que en opinión de Bornay posee esta norma, es la necesidad de certificar el equipo al completo, así como que ha de estar compuesto por el propio aerogenerador, su sistema de control y aquellos accesorios necesarios para su utilidad, como puede ser el banco de baterías -en el caso de aislada- o el inversor en los casos de sistemas conectados a red.

Esto, por ejemplo, no sucede en los casos de la certificación fotovoltaica IEC-61215 donde se certifica el panel solar, independientemente de la electrónica que conlleve asociada.

Como consecuencia de ello, la certificación de un aerogenerador de pequeña eólica conlleva múltiples certificaciones en función de su utilización o el país de destino, por ejemplo: existen aerogeneradores para carga de baterías a 24 ó 48 voltios, lo cual requeriría la certificación de esta aplicación concreto (carga de baterías). A su vez, este aerogenerador puede estar disponible para conexión a red, cuyo bobinado del alternador (en la mayoría de fabricantes) es diferente al de carga de baterías, y a su vez, debe de ir asociado a un inversor de conexión a red exclusivamente minieólico o bien un interface y un inversor de conexión a red de otra tecnología.

Esto quiere decir que un aerogenerador necesita como mínimo 2 certificaciones para las aplicaciones más comunes, una de carga de baterías y otra de conexión a red, puesto que su comportamiento, curva de potencia, tensiones, etc. difieren entre ellos y no es válida una certificación o curva de un aerogenerador de conexión a red para un aerogenerador de carga de baterías.

Además, la certificación lleva asociado los diferentes componentes: el Aerogenerador,  una Interface (según casos) y un Inversor, por lo que si se lleva a cabo algún cambio por ejemplo en el inversor de conexión a red, la certificación dejaría de ser válida, algo que sucede, por ejemplo, al tener que exportar esta tecnología a otros países con tensiones diferentes, lo cual, nuevamente, requerirá una certificación diferente para los aerogeneradores de conexión a red a 220v. que para los aerogeneradores a 120v.

Se trata de una situación que no sucede para los sistemas fotovoltaicos (por fortuna para el sector), donde el panel solar dispone de una certificación para el módulo y puede utilizar cualquier tipo de inversor que, a su vez, disponen de su propia certificación independiente, sin que ello conlleve tener que hacer múltiples certificaciones del panel solar.

Desde Bornay continuamos luchando para que las certificaciones de la minieólica se asemejen a la sencillez de las certificaciones de la fotovoltaica.