LA IMPORTANCIA DE UNA MARCA
Para una empresa es muy importante saber cómo comunicarse con sus clientes y es, por ello, que se debe crear una marca que sepa transmitir el valor del producto. Las marcas generan una identidad para la empresa, lo cual transmite confianza y acercamiento que, a su vez, permiten asociar el producto o servicio que se consume con la marca concreta.
Una marca es la que distingue a una empresa de sus competidores, resalta atributos propios que la separan de otras empresas similares que, incluso, pueden ofrecer el mismo producto. Las marcas generan, además, una experiencia positiva en sus usuarios y esta experiencia es lo que le otorga posicionamiento y, a través de él, crecimiento y rentabilidad.
Las marcas cautivan, hacen que el consumidor sienta satisfacción por el producto. Los usuarios relacionan esa satisfacción con la marca y hace que se construya un lazo emocional con la misma.
Una estrategia de marca bien definida ayuda, por ejemplo, al departamento comercial de la empresa a lanzar mensajes claros, positivos y motivadores a sus clientes, tanto personalmente, como a través de los canales de comunicación externa de la empresa.
Las marcas ayudan a incorporarse al mercado para mantenerse en él y crecer sostenidamente, lo que puede llegar a incrementar de manera importante el valor total de una empresa.
Una marca bien posicionada acaba teniendo una capacidad de influencia alta en sus consumidores y pueden crear tendencia y esto, a su vez, puede generar que se desarrollen productos nuevos.
Las marcas se crean, se construyen, ninguna nació grande. Todas las empresas empiezan de la nada. Lo que define, lo que hace grande a una marca, es la relación que logra construir con las personas a lo largo del tiempo.
Una marca es como el bambú.
El bambú tiene una historia muy interesante. Tú plantas una semilla de bambú y la tienes que regar todos los días durante 7 años, porque si no se muere, es muy débil. A los 7 años brota y, en tan sólo 6 meses, puede llegar a medir unos 30 m. de altura. Para quien ve el bambú ya grande y alto, piensa que sólo tarda 6 meses en crecer. Sin embargo, el que lo sembró tiene muy claro que tarda 7 años y 6 meses en crecer.
Como el bambú, las marcas tardan un tiempo en construirse. No se crean por arte de magia. Y hay que cultivarlas, día a día, para que crezcan y se mantengan en el tiempo. Todo esto se consigue también gracias a los colaboradores y clientes que confían en la marca.
Y así llegamos a marcas como Bornay, una empresa que nos da seguridad y sigue luchando como desde sus inicios.
Bornay es un ejemplo de experiencia, consistencia y permanencia, con más de 50 años como fabricantes de aerogeneradores, con más de 9.000 instalaciones de aerogeneradores en más de 70 países diferentes y es un referente en el sector de las energías renovables.
Bornay, como marca, busca simplicidad en su comunicación, tecnología amigable, instalación fácil, innovación y, a nivel visual, una imagen minimalista y sencilla: aerogenerador pintado de blanco, dando una sensación de claridad y sencillez. Bornay mima a sus clientes al incluir, por ejemplo, los manuales de instalación y mantenimiento dentro del embalaje para que, si la instalación se realiza en un lugar remoto y sin acceso a internet, los usuarios tengan fácil su instalación. Y es que para consolidar una marca cualquier pequeño detalle es importante.
Uno de los casos más llamativos de cómo la marca Bornay cuida al cliente, lo encontramos en la base antártica Juan Carlos I.
En los años 80 se instalaron varias marcas de aerogeneradores en la base, que permanecía ocupada por investigadores en el verano y totalmente vacía durante el invierno, por las duras condiciones climatológicas del lugar. De los aerogeneradores que se quedaron instalados el primer invierno, el único que resistió en pie fue el de la marca Bornay. Esto es una muestra más de cómo la marca Bornay posee, además, unos atributos de calidad que provocan que, a lo largo de estos 40 años, nuestros aerogeneradores nunca han dejado de estar presentes en la base y, cuando se han tenido que actualizar, se ha optado por la misma marca. Incluso, las nuevas instalaciones para ampliar el consumo se han realizado con aerogeneradores de nuestra marca.
También apostó por Bornay la armada Chilena, que eligió nuestra marca para la primera estación automática de control de tráfico marítimo de Sudamérica.
La estación se encuentra ubicada en Punta Yamana, a cinco kilómetros de la punta Sur de la Isla del Diablo, en la provincia de Tierra de Fuego y es controlada desde la capitanía de Puerto Williams. Es una de las rutas comerciales con más tránsito marítimo del mundo, el Canal Beagle, y tiene como objetivo fiscalizar el tráfico con sistemas de detección y comunicaciones automáticas. Se trata de tareas muy complejas en lugares estratégicos. Gracias al aerogenerador Bornay, que lleva instalado desde 2016, se ha conseguido generar electricidad necesaria para su total funcionamiento. Es un lugar de tan difícil acceso que, incluso, el material se tuvo que llevar en helicóptero. Es una zona de muchísimo viento y hemos conseguido que nuestros productos resistan las más diversas inclemencias del tiempo. De hecho, el mimo de la marca volvió a funcionar con este proyecto, puesto que hubo que realizar un aerogenerador personalizado. Fue necesario limitar la potencia para que pudiera funcionar a la perfección en un lugar tan complicado. Y en Bornay le dimos la solución adecuada.
A día de hoy, el aerogenerador sigue en perfectas condiciones, con tan sólo realizar el mantenimiento que recomendamos desde Bornay.
Lo verdaderamente importante de una marca es que la gente la conozca, la recuerde y que hablen bien de ella. Que vivan con ella experiencias positivas que se recuerden. Bornay es conocida en gran parte del mundo y gracias al equipo profesional que la compone, la calidad con la que se fabrican los productos y el mimo con el que se trata a los clientes, se conseguirá que perdure en el tiempo por muchos años más.
En Bornay siempre hay una historia que contar.