NUEVA TEMPORADA
Es septiembre y empezamos una nueva etapa que promete ser muy próspera. La sensación general es que “las energías renovables están de moda”.
Se nos presentan dos desafíos claves:
Por una parte, hay una avalancha de consultas sobre instalaciones de autoconsumo. Gran parte de los indecisos están, ahora, muy decididos a realizar instalaciones de placas solares en sus viviendas. Los motivos son variados. Entre los más destacados se encuentran:
- La campaña de información y marketing que están haciendo las grandes distribuidoras de energía.
- Las subvenciones que llegan por parte de un sinfín de instituciones.
- El aumento del precio de la luz, donde el precio del kW/h bate récords, día a día, siendo la noticia de entrada en todos los medios de comunicación.
Todo esto, junto a que la tasa de ahorro de los españoles está a niveles muy por encima de años anteriores, hacen que las instalaciones lleguen una detrás de otra.
Esta situación no nos tiene que hacer olvidar que hay que tratar a cada cliente de forma individualizada y aconsejar el tipo de instalación más adecuada para cada uno de ellos.
Para aclarar dudas, aquí indicamos algunos de los tipos de instalaciones de autoconsumo que se pueden presentar:
- Autoconsumo directo:
Indicada por ejemplo en los casos en los que los consumos se encuentran durante las horas de generación de energía, es decir, las horas de sol. La instalación se compone únicamente de paneles solares y un inversor de conexión a red.
El excedente de energía que no utilizamos se vierte a la red. Se puede pactar con la empresa suministradora la compensación en factura de esa energía inyectada. - Autoconsumo directo con acumulación:
En este caso se utiliza un inversor preparado para trabajar con baterías. Las baterías se cargarán durante el horario solar y tendremos esta energía disponible cuando lleguemos a casa.
El funcionamiento es sencillo. La energía que se genera en los paneles es llevada al inversor y del inversor a los consumos del momento. Cuando generamos más de lo que consumimos, cargamos baterías. Al final del día, cuando no hay generación, entra en juego la energía que hemos acumulado en las baterías. Y cuando no haya sol y hayamos agotado la energía de la batería, usaremos la energía de la red.
Si la instalación está bien dimensionada, con la batería debería ser suficiente para los consumos de la noche.
Esta solución es útil, por ejemplo, cuando el cliente no está en casa durante el día.
No hay que dar por hecho que todo el mundo tiene que instalar baterías, en muchos casos no es necesario. - Autoconsumo con acumulación a 48v con equipos usados habitualmente para instalaciones aisladas de la red, tipo Victron Energy:
Estos casos se plantean cuando:- Tenemos una red débil que provoca que “se caiga” la red constantemente
- Cuando estamos al final de una línea o la red está saturada y necesitamos más potencia, pero la compañía suministradora no puede aumentar la potencia que ya se tiene contratada.
- Cuando no queremos o no podemos perder, bajo ningún concepto, el suministro de energía.
- Autoconsumo híbrido con energía fotovoltaica y eólica:
Esta situación se puede plantear con los tres modelos anteriores. Añadiremos a las instalaciones un aerogenerador Bornay WIND+ junto a los paneles solares. Así aumentaremos en mucho la capacidad de generación de energía porque el viento no depende de un horario concreto establecido por el sol.
MATERIAL Y MATERIAS PRIMAS
Llegamos al segundo desafío, el suministro de material. De todos es sabido que hay carencia de componentes electrónicos. El sector de las energías se está viendo afectado como también lo están sectores como el automóvil, la domótica, telefonía móvil, incluso los fabricantes de bicicletas eléctricas, entre otros muchos. Esta situación está provocando que los plazos de entrega de material se dilaten. Ante la perspectiva de que ningún experto se atreve a decir cuando cambiará la tendencia, esta situación se mantendrá todavía durante un tiempo. El resultado es que la previsión, esa gran desconocida para muchos, se ha convertido en algo fundamental para poder cumplir con los plazos acordados.
Hay que remarcar que no se deben enfocar las instalaciones de energías renovables como un producto financiero. Conforme está planteado el autoconsumo actualmente, donde ya existe la compensación por excedentes, se trata de generar la energía real que necesita cada casa, industria o establecimiento. Aquí entra también la sensibilidad respecto a la situación del planeta. Hay que ser conscientes de que con los medios actuales no podremos afrontar el futuro. Algo tan cercano como el cambio de la flota de vehículos de combustión a eléctricos no tiene cabida con la capacidad real de producción de energía. O seguimos destruyendo nuestro ecosistema dependiendo y ampliando fuentes de energía como la energía nuclear, el petróleo o el carbón, o nos mentalizamos que las energías renovables son necesarias.
El deterioro del planeta parece ser algo que no vemos y a lo que no prestamos atención. Otra forma de convencerse sería plantearlo de la siguiente forma: si no ampliamos la generación de energía sostenible, seguiremos viendo, impotentes, cómo el €/kWh sube, sin que podamos hacer nada y cómo se convierte la anecdótica “pobreza energética” en algo que no sólo está en los llamados países del tercer mundo, sino en algo real que va a acabar afectando a un porcentaje elevado de la ciudadanía. Ya hemos visto los primeros indicios este verano durante la ola de calor.
De todo esto se hablará en la XXIV edición de la feria Genera, que este año se celebra los días 16, 17 y 18 de noviembre en IFEMA, donde Bornay participará como referente del sector.
Palabras clave:
Pobreza energética: La pobreza energética es la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas, como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud (18 a 21ºC en invierno y 25ºC en verano, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud).
Inés Molina
Departamento Comercial