ENERGÍAS RENOVABLES EN LAS ISLAS BALEARES
Soy mallorquín. Llevo mucho tiempo trabajando a nivel comercial, no sólo en el sector de las renovables, sino en otros ámbitos y, hoy en día, conociendo diferentes sectores, observo, desde este prisma más amplio, que las renovables en nuestras islas son de vital importancia.
Nuestra provincia, por el hecho de la insularidad, es especialmente vulnerable al cambio climático. Según la Agencia Española de Meteorología, en los últimos 40 años se ha experimentado un incremento de 0,3 ºC por década en la temperatura media, mientras que para los próximos años se prevé un incremento de entre 2 y 5 grados. Si has estado algún verano en Mallorca, sabes de lo que te hablo…
Este incremento de temperatura crea un nivel de riesgo alto ante el cambio climático para los sectores del agua, el territorio, el turismo y la salud, así como un riesgo significativo para el medio natural, la energía y el sector primario.
Para combatir los impactos de los cambios en el clima se requiere una transformación profunda del modelo energético y productivo, con el fin de eliminar su dependencia de los combustibles fósiles. También son necesarias la prevención y la adaptación a las transformaciones que ya se han iniciado.
Dado que todos los ámbitos de la sociedad y la economía tienen incidencia en las emisiones indicadas y se verán afectados por sus impactos, sería más fácil para administración llevar a cabo una política valiente y transversal que permitiera luchar, adecuadamente y de forma conjunta, contra los efectos del cambio climático a nivel insular.
Las Illes Balears es, curiosamente, la comunidad autónoma con más dependencia energética exterior y menor implantación de renovables. Una parte importante de los combustibles fósiles utilizados en la generación de electricidad, como el carbón o el fuel, son especialmente contaminantes. Además, la ratio de coches privados por habitante es superior a la media estatal. Si a esto le añadimos el incremento de las flotas de coches de alquiler en verano, la contaminación se puede llegar a duplicar. Una atrocidad para nuestros paraísos que, desgraciadamente, se van deteriorando año a año.
Según un reciente informe elaborado por la Universidad de las Illes Balears, el archipiélago balear constituye el territorio que registra el índice de intensidad turística más elevado de los territorios insulares del mundo… sí, has leído bien, DEL MUNDO!!
Por todo lo anterior, la lucha contra el cambio climático y la transición hacia un nuevo modelo energético suponen una importante oportunidad económica y social. Varios estudios demuestran el enorme potencial de creación de puestos de trabajo asociados a esta transformación, así como una mayor competitividad asociada a los menores costes energéticos y ambientales del nuevo modelo.
La inversión en modelos de renovables y la consiguiente adaptación de la economía puede actuar como un nuevo motor de crecimiento y como un generador de puestos de trabajo profesionalizados, a la par que verdes, que pueden contribuir, en gran medida, a la erradicación de la pobreza y a la inclusión social, así como a una economía más competitiva.
Sería una gran oportunidad para fomentar la formación profesional y ofrecer trabajos interesantes, lejos de los estacionales que ofrece la hostelería y que provoca fluctuaciones en las contrataciones desempleo en nuestro territorio al terminar la temporada.
Otra buena noticia es que poco a poco vamos siendo conscientes de la situación, ya que, en 2021, nuestro Govern de les Illes Balears destinó 20,7 millones de euros a impulsar las instalaciones de energía solar fotovoltaica en Baleares. A raíz de una propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) se prevé la entrada en funcionamiento de 120 megavatios (MW) de potencia renovable en Baleares entre 2021 y 2022.
Aunque la insularidad puede conllevar mayores dificultades para la integración de la producción eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, en Baleares se han realizado esfuerzos en los últimos años que han dado como resultado una progresiva penetración de energías renovables, con muchas empresas y profesionales confiando en el sector, lo que ha ayudado a que cada vez más gente se plantee usar energía verde en sus domicilios o sus empresas.
Con el objetivo de continuar avanzando en la integración de las energías renovables y en línea con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, el Gobierno ha remarcado que resulta imprescindible la puesta en marcha de nuevas instalaciones en el archipiélago. De esta manera, se contribuirá a la diversificación de las fuentes de energía primaria, a la reducción de la dependencia energética y a la disminución de emisiones de CO2.
El sector de las renovables podría contribuir positivamente a disminuir la huella de carbono de, por ejemplo, los más de 800 hoteles que hay en nuestras islas. Sus consumos producidos por cámaras, motores, bombas de presión, neveras o aires acondicionados podrían consumir energía limpia en lugar de la energía eléctrica convencional.
Gracias a esa concienciación y promoción de las energías limpias, en los próximos años, muchos establecimientos, naves o comercios empezarán a ser más sostenibles e, incluso, algunos de ellos ya se han pasado a la energía limpia y disponen, en sus instalaciones, un sistema de energía fotovoltaica o eólica.
Los propietarios de la gran cantidad de viviendas unifamiliares que hay en nuestro territorio tienen la opción de ser energéticamente independientes, además de obtener un importante ahorro económico y una significativa contribución a la sostenibilidad medioambiental.
Es cierto que aún queda mucho por hacer y todavía estamos en los inicios de ese importante y esperado cambio. Sin embargo, nuestro sector crece y aporta su granito de arena para revertir una situación insostenible y que nos afecta a todos.
Desde Bornay trabajamos para concienciar a, cada vez, más personas. Estaré encantado de que quieras formar parte de esta nueva ola verde.
David Pérez
Departamento Comercial